“En la memoria que hemos estado haciendo de Aparecida en la Asamblea Eclesial, las/os religiosas/os que peregrinamos en esta tierra sagrada renovamos nuestra opción por las personas empobrecidas, por los jóvenes y las mujeres, por el pueblo de Dios al que pertenecemos y al que debemos dar razón de nuestras maneras de proceder, opciones y decisiones. Sabemos que allí donde la vida gime, Dios nos llama”.