Hno. Luis Delgado, MSF
Misioneros de la Sagrada Familia
Queridas (os) Hermanas (os): Hoy quiero compartirles tres puntos de este Evangelio
El primero es sobre de que Jesús nos habla del amor del padre. Él es fiel a sus palabras y lo amará porque cumple con su palabra.
El padre sabe que somos limitados, por eso nos manda el Espíritu Santo (si somos fiel en lo poco él nos amará mas) por eso él nos guía de otra manera para que cambiemos, por ejemplo: me acuerdo de una persona que estaba en catequesis, ella era madre, dueña de casa y en una reunión con su esposo, el me dijo que ella había cambiado cuando empezó la catequesis, yo le pregunté ¿cómo ha cambiado? Me respondió: antes de la catequesis ella era una persona muy enojona y amargada y ahora era una persona muy feliz que canta todo el día y se reía todo el día. Yo le dije un secreto al esposo: conoció a Cristo Jesús. Él conoce nuestros corazones y sabe lo que necesitamos, por eso él nos envía al Espíritu Santo para ayudarnos a comprender más la palabra del Padre.
El segundo punto es que es el Padre quien manda al Espíritu Santo para no olvidar las palabras que nos dejó a través de su hijo Jesús. Dios sabe que somos limitados y necesitamos el Espíritu Santo con sus dones para poder cambiar y así podemos tener mayor discernimiento para saber las cosas buenas y las malas. Discernir mejor las cosas y tomar libremente nuestras decisiones a través de su palabra en los Evangelios.
Él nos deja una paz que no es de hombres porque esa es una paz pasajera en cambio su paz, es una paz interior solo el que la vive sabe cómo es. Por ejemplo: las personas con alguna enfermedad terminal, que no están tranquilos porque no su vida se va deprisa.
Tercer punto. Jesús nos dice que volverá junto su padre para que nosotros creamos en él ¿Cuándo será?, solo Dios lo sabe. Somos limitados, pero tenemos la esperanza de verlo cara a cara con su rostro de Padre.
