Acción de Solidaridad con habitantes de Zonas de Sacrificio

21 diciembre, 20183 Lectura188 Vistas

El sábado 15 de diciembre la Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creacón realizó un acto de solidaridad con los inhabitantes de Quintero y Puchuncaví-Ventanas y otras zonas de sacrificio, victima de contaminación desmedida. Fue primera vez que iglesias e instituciones de diversas denominaciones levantaron la voz frente a esta situación.

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos y a un mes de la primera protesta nacional contra las zonas de sacrificio, el sábado 15 de diciembre en la playa de Ventanas, se realizó una Acción Ecuménica por el derecho humano a vivir en un ambiente libre de contaminación, el cual fue convocado por la Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación y que contó con la presencia de casi 60 personas pertenecientes a diversas iglesias y movimientos ambientales tanto locales como de otras ciudades de la región y de Santiago.

La acción consistió en una denuncia pacífica, que partió con una columna de marcha que se desplazó desde el sector de Los Quitasoles, Ventanas, hasta la playa del mismo lugar. Durante el caminar se repitieron letanías y oraciones que decían relación con las situaciones de intoxicaciones, muertes, enfermedades y contaminación existentes en las zonas de sacrificio del país. Luego, en la playa, frente al Complejo Termoeléctrico de AES Gener, se realizó un círculo de silencio, donde los manifestantes alzaron carteles con mensajes “Alto a las zonas de sacrificio” y “Por el derecho de vivir en un ambiente saludable”. El círculo de silencio buscó simbolizar que quedamos sin palabras ante la situación y la poca respuesta del gobierno y las autoridades.

En Quintero y Puchuncaví-Ventanas diversos grupos se han organizado para denunciar la realidad que viven día a día, entre ellas “Mujeres de Zona de sacrificio en resistencia”. La Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación había estado presente en reuniones con ellas, y decidió organizar el acto público en solidaridad con la localidad. Esta localidad ha sufrido cotidianamente intoxicaciones de muchas personas, principalmente niños. La zona sufre de una contaminación desmesurada del aire, suelo y agua, por encontrarse saturada de industrias que no cumplen con normas adecuadas de emisiones o de descontaminación. El daño a la salud humana, a la agricultura, a la pesca y al turismo en la zona es desmedido. La respuesta del gobierno ha favorecido a las empresas y no a la salud de la gente. Del mismo modo se apoyó también a otras zonas de sacrificio como lo son Coronel, Huasco, Tocopilla y Mejillones.

Tras la acción se realizó un diálogo entre los miembros de comunidades de fe y dirigentes ambientales de la zona en que se escuchó sus demandas.Sin duda, el sufrimiento en las zonas no ha acabado, ni ha sido resuelto, lo que significa que el Artículo 19 Nº 8 de la Constitución Política de Chile, el cual consagra que “La Constitución asegura a todas las personas: El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza” está siendo violado a diario.

La Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación es una red de personas y organizaciones que se siente llamada desde una mirada de fe a comprometerse con el cuidado de la creación y a tomar acciones permanentes para promover su cuidado. Así la acción realizada se enmarcó como un llamado de atención para el cual personas de congregaciones, parroquias, iglesias protestantes y pentecostales se han reunido buscando acompañar con su presencia y cercanía los complejos momentos que la población de Ventanas-Puchuncaví y Quintero ha debido sufrir en los últimos tiempos. Destacó la presencia de los hermanos Franciscanos, y de algunos pastores y pastoras protestantes. Con la actividad se quiso también invitar a otras organizaciones eclesiales, indistintamente de su credo, a manifestar públicamente su indignación ante las injusticias vividas por hijos e hijas de Dios y frente a la destrucción sistemática de la creación. Como lo expresó una pastora: “Las comunidades cristianas tienen que levantar la voz frente a estas injusticias, solidarizar con las víctimas y realizar acciones concretas de denuncia profética, que revelen nuestra fe en un Dios de la Vida”.