CONFEDERACIÓN CARIBEÑA Y LATINOAMERICANA
DE RELIGIOSAS/OS – CLAR
Hagan todo lo que Él diga ¡Ya es la hora!
IV Taller de Comisiones
Brasilia – Brasil, 5 a 7 de abril de 2019
MENSAJE FINAL
Brasilia, 7 de abril de 2019
En este “kairos” de gracia, 15 Comisiones conformadas por la CLAR, se reunieron los días 5, 6 y 7 de abril en Brasilia, bajo el lema Hagan todo lo que Él diga ¡Ya es la hora! La Vida Consagrada Caribeña y Latinoamericana invitada a ser parte activa del banquete nupcial para celebrar la vida y seguir respondiendo juntas/os a los desafíos del mundo de hoy, procura que el agua se convierta en vino nuevo, para que no se pierda el sabor de la entrega a la que estamos llamadas/os como colaboradores de la gran fiesta del Reino.
La Hna. Liliana Franco Echeverri, ODN, Presidenta de la CLAR, en sus palabras de apertura, contextualizó la realidad por la que atraviesa la Vida Consagrada. Hoy no sólo tenemos que enfrentar el ambiente hostil de muchas/os hermanas/os nuestras/os que deben migrar de un país a otro por situaciones sociales, políticas y económicas, sino que también animarnos a estar preparadas/os para enfrentar el martirio. Así nos lo recordaba la Hna. Liliana: “en la selva peruana hace unos días asesinaron al Hno. Paul McAuley, religioso de la Salle. Su delito, haber salido de su tierra, comer en la casa de los más pobres y marchar con ellos, muy cerca de su dolor y de sus causas”. La sangre de los mártires del ayer y del hoy, empeñados en la causa del Reino, riega los surcos y fecunda la tierra con renovado aroma a vino nuevo.
En referencia al trabajo del Taller, la Hna. Liliana nos trasmite que “las Comisiones son la expresión de las decisiones, de las apuestas por las que estamos dispuestas/os a dar la vida durante este tramo del camino…”. También nos invita a salir al encuentro de la vida porque ¡ya es la hora! y “de eso no tenemos la menor duda, porque es imposible un camino en solitario; necesitamos de las otras/os, necesitamos ser con otras/os”. El hecho de que cada comisión desarrolle “su proyecto propio será importante, para vislumbrar el cómo de eso concreto que se nos ha confiado, pero más importante aún, será intuir los medios, los modos y el sentido de remar juntos en la misma dirección y con una única pasión”.
El deseo de caminar juntas/os nos impulsa a continuar con decisión los procesos emprendidos, no sólo a nivel de las Comisiones sino a través de cada una/o, con una perspectiva de fe pese a las dificultades y retos que ello implica. El compartir experiencias de vida, de compromisos en la animación y en el servicio; su re-lectura y la reflexión sobre cómo seguir en el acompañamiento, son temas de común preocupación que nos invitan a afrontar con decisión, respeto y responsabilidad los desafíos de nuestra realidad a través de la cultura del buen trato.
La energía dinamizadora de quienes nos han acompañado y ayudado a organizarnos ha representado para nosotras/os, no sólo el fluir y recrear una religiosidad nueva con Dios, ante las personas y la creación; sino un llamado a mirar el presente siendo conscientes de la necesidad de un cambio que es cada vez más apremiante, para transformarlo en un horizonte inédito y lleno de posibilidades. Horizonte que retoma el vivir con sentido la propia vocación, nos invita a ahondar en la espiritualidad trinitaria, caminar hacia un nuevo modo de ser Iglesia, renovar la opción por las personas y grupos más excluidos desde una mirada contemplativa de la realidad, favorecer la ética del encuentro y del cuidado, y optar por la ecología integral.
Hagan todo lo que Él diga ¡Ya es la hora!, nos afirma el Horizonte Inspirador. Y lo hace, no para sentir “saudades” sino para no dejar pasar más el tiempo. La renovación y la conversión deben ser ya; por ello, en el trienio nos planteamos abrir el corazón para escuchar a Jesús, caminando hacia un nuevo modo de ser Iglesia, que se deja transformar para servir como discípula, profeta y misionera.
El continente de la esperanza, necesita de una Vida Consagrada viva y al servicio de los que más sufren y más necesitan. Nuestra respuesta está en el cambio no sólo de métodos, testimonio y mentalidad; sino también, de nuestra generosidad encarnada en la misión que profesamos, de la vivencia cristiana con otras/os y del contemplar la historia con amor y misericordia a la manera de Jesús.
Todas/os los participantes hemos sido testigos de tres días arduos de trabajo y empeño, pero también de la cercanía de los miembros de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Brasil (CRB) que no sólo nos acompañaron, sino que nos hicieron vivir una experiencia conmovedora de fe y esperanza con los pueblos indígenas de Brasil.
Hoy nos sentimos llamadas/os a participar en este proceso de escucha activa de la actual coyuntura y pedimos a Dios que por la intercesión de Nossa Senhora Aparecida, nos dé un corazón intuitivo y auténtico para que así, alegremos la vida de todas/os con el “vino nuevo” de su Hijo, para la fiesta definitiva del Reino.
Con afecto, los participantes del IV Taller de Comisiones de la CLAR.
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