No paremos de caminar sinodalmente. Sin disposición a la escucha, es imposible reconocer en los clamores de la realidad, el querer de Dios. El desafío es aprender a escucharnos recíprocamente como Iglesia, como comunidad, como familias carismáticas, en la diversidad de ministerios y carismas, buscar juntos la voluntad de Dios y prestar oído a las invitaciones que nos hace el Espíritu. Escucha desde la misericordia, al modo de Jesús.
Boletín al Ritmo del Espíritu N°6 disponible en https://www.clar.org/boletin-al-ritmo-del-espiritu/boletin-no.-6/