Este tiempo que nos aproxima al Jubileo de la Esperanza, es propicio para el testimonio, es la hora de las/os testigos. Estamos invitados a unir nuestras manos. La fuerza y la posibilidad de la Vida Religiosa está en la riqueza de lo común, de aquello que es patrimonio de todas/os y nos empeñamos en donar. Radica en la capacidad que tengamos de salir de nosotros mismos y disponernos generosamente para el don.
Boletín al Ritmo del Espíritu N°8 disponible en https://www.clar.org/boletin-al-ritmo-del-espiritu/boletin-no.-8/