Las sorpresas del Espíritu: La segunda jornada de trabajo inició con la celebración de la Eucaristía, presidida por Mons. Lizardo Estrada, OSA, Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano. La liturgia, animada por la Región Caribe, nos invitó a hacer memoria de San Carlos Luanga y compañeros mártires. Nuestras/os hermanas/os del Caribe nos exhortaron a comparar nuestra vitalidad personal y comunitaria con las Antillas del Caribe, que, aunque pequeñas y aisladas, están sumergidas e interconectadas por el inmenso mar, que las hace lucir plenas de belleza y de riqueza humana y cultural.
En su homilía Monseñor Lizardo, después de una introducción en la que resaltó el protagonismo del Espíritu que inquieta nuestro corazón por la felicidad y la sabiduría hasta que descanse en Dios, invitó a los participantes a ahondar en la interiorización de la Palabra de Dios, la cual llega elocuente, desafiante y propositiva para esta Junta Directiva. De Eclo 51,12-20 se resaltó la actitud del joven que persiguió la sabiduría con toda el alma, desde la juventud y hasta la muerte, hasta que saboreó sus frutos y la poseyó con pureza. Del evangelio de Mc 11,27-33, se hizo eco de la pregunta dirigida a Jesús: “¿Quién te ha dado semejante autoridad?” y las interpelaciones que hace el modo de Jesús para ejercer la autoridad a la vida Religiosa de América Latina y el Caribe. Como ofrendas se presentaron unos rosarios elaborados por mujeres cubanas que están siendo acompañadas por la vida religiosa a fin de que logren un modo de vivir más digno. Finalizada la Eucaristía, la H. Liliana Franco, agradeció la presencia hermana de Monseñor Lizardo en la Asamblea y le pidió en nombre de todos los presentes que siga promoviendo el camino sinodal iniciado en la Iglesia Continental. Nos comprometimos a orar por su nueva misión y a seguir estrechando lazos de colaboración con el CELAM.
Reunidos en Asamblea, la Hna. Raquel Peralta, moderadora, resaltó la gracia de la pluralidad, y dio la palabra a la Hna. Nancy Fretes y al P. Tarsicio Gaitán del ETAP, para hacer el enlace con el día anterior. Destacaron la diversidad de la asamblea, la sabia serenidad para tocar las heridas y dejarnos afectar por ellas, e invitaron a ejercitar la escucha y hacer memoria de lo vivido para discernir los hilos con los cuales el Espíritu va tejiendo la historia de salvación y señalando los nuevos modos de relacionarnos y de servir en la misión.
Luego procedió a la profundización del 6º Movimiento del HI de la CLAR: Hacia la utopía del Reino: un mundo de hermanas y hermanos, con la iluminación de la H. María del Carmen Bracamontes, OSD y del P. Tarcisio Gaitán. (Adjunto 7: diapositivas de Presentación). Carmen insistió en volver a la lectura de la encíclica Fratelli Tutti, asumiendo la construcción de la fraternidad universal como don y tarea y considerando a toda persona como ser fronterizo que no tiene fronteras, con un corazón sin límites, capaz de ir más allá de todo lo que implica frontera, y soñando como una única humanidad (FT 7). También destacó la urgencia de ir más allá de la fe que profesamos, de tener gestos físicos que expresen la sorofraternidad (FT 44); el valor de la gratuidad (FT 139), el don de la filiación, que es gratuidad en el amor, y que corresponde a la ardua tarea de asumir siempre “el difícil otro, el difícil yo, el duro nosotros de la comunión (Casaldáliga). Ilustró, además, en la importancia de madurar en las dimensiones cognoscitiva, ética-moral, afectiva-social, religiosa y en la integración del yo profundo para llegar a la conversión, advirtiendo que este es el camino cristiano, y, por supuesto, el camino de la vida religiosa. En el seguimiento de los valores últimos que percibimos, instó a: desde la obediencia actuar con justicia y amar a Dios; desde la pobreza caminar humildemente con Dios, amándote a ti misma/o; y desde la castidad amar con ternura y amar al prójimo.
Seguidamente, a la luz del 5º Movimiento del HI: Hacia la Sinodalidad, el P. José Luis Loyola, animó el espacio iniciando con las experiencias de dos de las participantes en las Asambleas Sinodales Continentales: Hnas. Daniela Cannavina y Rosa Margarita Mayoral, RSR. Daniela comentó lo que experimentó en su propia persona: desaprender formas gracias a la implementación del método de la conversación espiritual, que evita imponer o refutar, y sí abrirse a las intuiciones del Espíritu. Resaltó que percibió que sí es posible un nuevo modo de ser Iglesia. Rosa Margarita destacó que, a la escucha del Espíritu, con el deseo de que se pueda implementar en nuestras iglesias locales como experiencia sinodal, se presta igual atención a la voz del campesino, del ama de casa, del obispo, de la religiosa, del joven, del empresario, pues todos están unidos por el mismo Espíritu. Así, pues, es posible caminar con Cristo en el centro y dejarnos guiar por el Espíritu de Dios. Tenemos la esperanza creciente de vivir ya un nuevo tiempo en la Iglesia. Además, se recordó la certeza de que a nuestros pueblos llegó el Evangelio antes que la evangelización.
El P. José Luis presentó una síntesis del Documento de la Fase Continental que animará la jornada de la mañana. La llamada e invitación del sueño de Dios es que la Iglesia se vuelva sinodal. El camino de la Asambleas se ha vivido como un proceso de escucha, diálogo y discernimiento. El camino es y está siendo expresión del Sínodo. En el proceso de discernimiento, el Documento ha sintetizado dentro de ocho temas centrales, las cuestiones fundamentales para el espíritu y la práctica sinodal. 1. Protagonismo del Espíritu en una Iglesia sinodal; 2. La sinodalidad del Pueblo de Dios; 3. Sinodalidad: modo de ser y actuar de la Iglesia; 4. La Iglesia sinodal misionera; 5. La sinodalidad: compromiso socioambiental en un mundo fragmentado; 6. Conversión sinodal y reforma de estructuras; 7. Vocaciones, carismas y ministerios en clave sinodal; 8. Contribución del Itinerario Sinodal en América Latina (Adjunto 8).
José Luis destacó que este quinto movimiento nos pone en sintonía con el kairós que está viviendo la Iglesia, abiertos a la acción de la Ruah Divina y en constante dinámica de fecunda generación de lo nuevo. Hemos de reconocer que nos somos la sociedad perfecta de la que se presumía en otras épocas y bajo otras categorías, sino que vivimos la experiencia de hombres y mujeres que escuchan y caminan juntas/os. Insiste en atender a la pregunta: ¿Qué es lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias de nuestro tiempo a través del clamor de los excluidos?
La sinodalidad es un espíritu, un método y una actitud que implica todas nuestras dimensiones, con una búsqueda despojada de certezas, alrededor de la mesa compartida de Jesús en la cual florecen carismas, dones y servicios. El kairós de la sindalidad quiere ofrecer a la vida religiosa:
– Experiencias significativas de articulación sinodal de la vida de comunión,
– Dinámicas de discernimiento comunitario puestas en práctica en el interior de ellas,
– Estímulos para individualizar nuevos caminos de evangelización.
– En algunos casos, también propone ejemplos de integración entre las diversas vocaciones eclesiales en la perspectiva de la eclesiología de comunión.
En esta síntesis se destacaron las principales contribuciones: convicciones, tensiones, movimientos del Espíritu y prioridades, siempre acompañados de en un momento de silencio y oración, destacando el protagonismo del Espíritu en la Iglesia, y destacando palabras clave, nuevos aprendizajes y luces del Espíritu. Nuestra tarea será hacer que la sinodalidad se meta en casa y haga parte de nuestra cotidianidad. Finaliza este primer momento, invitando a la H. Eliane Cordeiro de Souza, Presidenta de la Conferencia de Religiosos de Brasil, a compartir brevemente su experiencia de participación en la Asamblea de la Fase Continental del Cono Sur.
Para concluir la jornada, José Luis invitó, a partir de lo profundizado, a recuperar en clave de conversación espiritual:
Primer momento: ¿Cuál o cuáles son tus sentimientos ante esta experiencia y proceso de la etapa continental de América Latina y el Caribe del sínodo por la sinodalidad?
Segundo momento: ¿Cuáles son las principales luces que has escuchado del Documento de Síntesis?
Tercer momento: A partir de lo escuchado en el grupo, ¿qué ecos se suscitan en tu interior?
Cuarto momento: Escuchando el conjunto, ¿Qué invitación escuchan en el grupo como moción del Espíritu para la Vida Religiosa del Continente?
En actitud orante se fueron recogiendo los ecos, destacando que hay esperanza por lo que está aconteciendo como paso del Espíritu, y también está la preocupación por el énfasis en lo institucional/eclesial, con el riesgo de descuidar la centralidad en Jesucristo. Se recuerda que la vida religiosa es de por sí experta en sinodalidad, y por tanto es invitada a ayudar hacer el proceso a todo el pueblo de Dios. Como las mujeres del alba, es la oportunidad de hacer memoria a la persistencia por llevar la esperanza y generar los cambios necesarios. Una luz es la posibilidad de generar nuevas ministerialidades para la mujer, como concreción del modo nuevo de ser y hacer Iglesia. También son luz el mismo Espíritu Santo, el pueblo de Dios y las instituciones que han invitado a reflexionar en este proceso, dando esperanza de apertura para seguir caminando. Hay sentimientos encontrados, por una parte, alegría e ilusión, y por otra temor e incertidumbre; aunque siempre invitadas/os a no apagar la mecha que humea, a no apagar lo que se está encendiendo en este proceso desde lo pequeño y frágil. Así, pues, la vida religiosa tiene un horizonte dentro del proceso sinodal. Hay que recuperar ese origen sinodal de la VR.
Presentación Informe de la Presidencia: En la tarde la Hna. Liliana Franco comenzó recordando que ha pasado un año del trienio y que la CLAR cumple 64 años. Destaca que este informe es la narración de una historia que a todos nos corresponde escribir. Al ritmo del Espíritu, se configura el rostro de la Iglesia y el tejido relacional que hace posible la comunión. A su ritmo, Dios se abre paso por la historia. Sin Él, no hay auténtico seguimiento de Jesús. Esa es la experiencia, que está a la base de nuestra andadura en la CLAR: el Espíritu ha sido el protagonista de nuestro camino y quien nos ha sostenido en lo cotidiano.
Con las Mujeres del Alba consideramos la expresión de la más radical osadía, las que supieron estar en las esquinas complejas de la historia; las que ubicadas en los márgenes y próximas al mundo de las/os excluidos, se mantuvieron en pie junto a la cruz; las que siempre que salpicó el dolor, se fortalecieron en torno a lo comunitario. Ellas, las peregrinas de tantos caminos que mantuvieron el corazón centrado en Dios y reconocieron en Jesús la razón de su esperanza. Ellas han sido, para las religiosas y los religiosos que peregrinamos en América Latina y el Caribe, el horizonte de sentido en esta coyuntura compleja de nuestra historia.
Durante este año nos ha llegado la noticia del asesinato de varias de nuestras compañeras y compañeros de camino en México, en Haití…; se acrecienta la persecución a otras tantas y tantos hermanos en varias orillas del continente: amenazados por su compromiso con la tierra, por su defensa de las culturas, por su apoyo a Movimientos Populares, por la denuncia explícita que hacen de las marañas de corrupción, del crecimiento de la ilegalidad, de las mafias que comercian con la vida, el futuro y los derechos de tantas personas. Constatamos que tantas religiosas/os en Nicaragua, en Cuba, en Haití… se han visto obligados a salir en condición de exiliados y tantos otros permanecen en resistencia a pesar de lo incierto del horizonte.
En esta hora compleja a nivel político en el Continente, se acrecientan polarizaciones y se debilita la democracia, cuando el clamor se escucha en las calles y hemos visto acallarse con represión el grito de tantos. En este tiempo se recrudecen las leyes migratorias, se fortalecen los cercos que blindan y los muros que dividen. En este tiempo de complejidades e impotencias, con las Mujeres del Alba, nos aproximamos a las tumbas en las que el sistema pretende acorralar la esperanza y renovamos el deseo de vivir la plenitud de nuestra vocación, con la consciencia de que urge transformación. Este informe, está estructurado en cuatro partes:
1. Organización: muestra el organigrama de la CLAR, con las personas concretas que hacen posible el camino de programación y proyección.
2. Contextualización: enmarca el caminar de la Confederación desde el 05 de junio de 2022 a la fecha.
3. Caminos recorridos: Impulsada por el lema “Mujeres del Alba. La osada esperanza al despuntar la aurora”, se describe la marcha de los diferentes órganos de la CLAR descritos en sus Estatutos: Junta Directiva, Presidencia, Secretariado General y Consejo de Economía, reconociendo el invaluable compromiso del ETAP, de los Equipos y Comisiones que hacen que el Plan Global sea ejecutado y que la misión de la CLAR permanezca en el tiempo.
4. Caminos por recorrer: habla de proyecciones, sueños por realizar, retos planteados por la realidad para un mejor y cualificado servicio.
En un momento simbólico, cada uno de los participantes recibió una cruz elaborado por un grupo de artesanos del Perú, y se contempló con la canción “dame una fe sencilla”. Que esta cruz nos recuerde que nos debemos a Dios, al Reino y al pueblo.
Presentación del informe económico: Como CLAR nos moviliza la convicción de que los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica pueden y deben ser sujetos protagonistas y activos del principio de gratuidad y de la lógica del don en sus actividades económicas. La radicalidad de la pobreza evangélica y la fraternidad, a través de los diferentes carismas, una vez más las evidenciamos y la ratificamos como legítimas, actuales y urgentes aportaciones al desarrollo económico, social y político de nuestro siglo.
Asumimos la administración y la gestión de los bienes como eje fundamental e imprescindible de nuestra misión, bajo los principios de solidaridad, subsidiariedad, transparencia y vigilancia, y conjugando la prioritaria dimensión carismático-espiritual con la dimensión económica y la eficiencia. Entendemos la pobreza como solidaridad, compartir y caridad, procediendo con sobriedad y austeridad, como compromiso con la búsqueda de la justicia y con la alegría de lo esencial. Tocamos la carne de Cristo pobre, en los humildes, los pobres, los enfermos, los niños, los excluidos, las víctimas, canalizan sus fuerzas y sus recursos en la atención a la Vida Religiosa presente entre los pobres, samaritana de todas las miserias materiales, morales y espirituales, y animando desde la lógica del Evangelio, que enseña a confiar en la Providencia de Dios.
Nuestra responsabilidad administrativa incluye diseñar, implementar y mantener el control interno relevante en la preparación y la presentación de los estados financieros y seleccionar y aplicar políticas contables apropiadas. Periódicamente hacemos una relectura de la administración de los bienes en función de nuestra misión, verificando la sostenibilidad espiritual, misional y económica de nuestros proyectos. De ahí el valor que damos a la rendición de cuentas y los balances, y a la colaboración de los laicos. En América Latina y el Caribe hay mucha gente que “entrega su corazón”. Agradecemos a Dios por la vida de Luis Fernando Cuervo Merchán, QEPD, quien a través de su servicio como Revisor Fiscal de la CLAR entregó su corazón y su profesionalismo a la Vida Religiosa de nuestro continente durante los últimos veinte años.
Este informe económico, con corte a 31 de diciembre de 2022, muestra las cifras de la economía de la CLAR de forma comparativa, en pesos colombianos y en dólares, teniendo en cuenta lo establecido por los Estatutos de la CLAR y la normatividad contable colombiana. Así vivimos una economía de comunión, responsable con los bienes que se le han dado en custodia a la CLAR y leal a las ayudas que recibe con la gestión de proyectos.
Con un fecundo y profundo momento orante, una cena y una fiesta cultural se concluyeron las actividades de esta segunda jornada.
