Con motivo de la conmemoración de los 125 años de la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento y en el contexcto de la renovación de la misma en nuestro hoy eclasial, nacional y mundial que, como nos inste frecuentemente su Santidad el Papa Francisco, se trata de un verdadero «cambio de época»; en una Iglesia urgida a salir a evangelizar hasta las periferias («Iglesia en salida»), a reformarse en una Iglesia Pueblo de Dios, donde todos los bautizados somo igualmente responsables de la misión, llmados a caminar juntos («Iglesia sindal»), en un contexto pluralista y secular, muy distinto a la «cristiandad» de hace 125 años, y de una Venezuela en proceso hacia una nueva gestación como nación, es necesario un verdadero discernimiento para comprendernos a la luz del Evangelio y responder a la llamada que Dios nos hace en el presente y nos proyecta hacia el futuro.