Tú eres mi hijo amado mi predilecto
Hna. Toty Bórquez Sandoval
Franciscana Misionera de María
En esta fiesta concluimos el tiempo de Navidad, el Bautismo del Señor es un misterio importante de nuestra fe, pues da fundamento al sacramento del Bautismo cristiano. Esta fiesta es una oportunidad para reflexionar sobre el significado de nuestro bautismo y renovar los compromisos que un día nuestros padres y padrinos hicieron por nosotros y que después nosotros confirmamos a medida que íbamos creciendo en nuestra la fe. Una invitación especial para dar gracias a Dios por el gran regalo de hacernos sus hijos.
Quiero destacar dos puntos:
1.- En la persona de Juan su capacidad de situarse, de tener claro quien es él en el proyecto de salvación, el sabe cual es su lugar, es plenamente consciente que “viene el que puede más”, su misión su servicio es anunciarlo que ya esta cerca … que humildad, que capacidad de no adueñarse de la misión!!.
Nos podríamos cuestionar si somos conscientes del papel que jugamos en el proyecto salvífico?
Uno de nuestros fallos es tener la pretensión de adueñarnos de ciertas misiones u obras como si todo dependiera de nosotros: mi misión, mi pastoral, mi gente, mi país, mi cultura…si diéramos el salto al NUESTRO y como Juan tener la convicción de que “viene otro que tiene más poder” seriamos capaces de trabajar en colaboración con otros, nos ahorraríamos el drama de la frustración porque las cosas no salen como YO quiero, largo camino por recorrer en la Minoridad y de situarnos con humildad donde nos corresponde y dejar al Dueño de la Mies que tome posesión suyo.
2.-“Tu eres mi hijo amado mi predilecto.”
El domingo pasado veíamos la Epifanía, la manifestación de Jesús a los Gentiles. Hoy vemos la Teofanía la manifestación de Dios mismo ante el Bautismo de su Hijo, el Padre se manifiesta dejando claro quien es Jesús.
Nada más hermoso que sentirse amado, predilecto, elegido en resumen sentirse Hijo o Hija, solo nos queda dar gracias a Dios Padre que nos ha elegido en la Persona de Cristo para ser sus hijos , esta es la invitación de vivir en una actitud de ser acogidos y resguardos por alguien.
Pero que difícil hablar de Padre, protección, cuidado cuando muchos no han crecido con esta figura o hemos tenido una mala experiencia. Que desafió grande para nuestra Vida Religiosa el romper con ese sentimiento de orfandad que algunos viven, incluso dentro de nuestras comunidades esto se puede dar. Que desafió grande es crecer en humanidad y hacernos sentir el amor y la protección de unos por otros. No se puede dar lo que no se tiene y lo que no se ha experimentado…en este caso el amor!
¿Me he sentido hijo-hija amado del Padre? ¿Cuándo y en qué circunstancias?
¿Cómo puedo transparentar en mi vida el amor de Dios y la predilección que el tiene por mi, por cada uno de nosotros?
Bautismo del Señor, Él quiso ponerse a la fila de los pecadores siendo que Él no tenía pecado y quiso compartir en todo nuestra naturaleza, para que tuviéramos parte en lo que Él vivía con su Padre. “Tú eres mi hijo amado, mi predilecto”