Claudia Muñoz, aci
Esclavas del Sagrado Corazón
Durante la última cena, Jesús dijo a sus discípulos: “No se inquieten. Donde Yo esté, están también ustedes. Jn. 14, 1…
Durante la Última Cena, en un contexto de intimidad, pero también de dolor, de miedo, de traición, Jesús nos dice “No se inquieten”.
Pero, ¿cómo no inquietarse?, ¿cómo no perder la paz y la serenidad? Solo el “donde yo esté están también ustedes” devuelve paz y consuela el alma.
Cuánta incertidumbre, cuántos enojos, cuántos temores, tantos fracasos, tanta injusticia, tantos intentos y tantos reintentos… y aquí estamos, donde Tú estás estamos nosotros/nosotras, contigo.
Asumiendo que después de esa Cena fuiste al huerto, a la cruz y al sepulcro. Y sin olvidar que despertamos contigo Resucitado. Donde tú estés estamos nosotros contigo. Por eso, sin dejar de inquietarnos, nos dejamos serenar y nos confiamos…
En la Última Cena Jesús dijo a todos sus discípulos, se los dijo en comunidad. No lo dijo a uno solo. Se los aseguró a todos y a todas. No se inquieten, donde Yo esté, están ustedes.
Hoy es tiempo de pocas palabras y de profundas certezas… Contigo, Señor, contigo.
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