Hno. Luis Delgado
Misioneros de la Sagrada Familia
En esta lectura nos llama la atención que dice el Señor: “los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo”
En estos días tenemos nuestras puertas muy cerradas por miedo a contagiarnos por la pandemia, también cerramos nuestro corazón y no podemos ver al Señor que quiere entrar en nuestros hogares. Él nos quiere mostrar a nuestros hermanos con sus heridas, hay tantos hermanos que lo están pasando mal, con hambre, con problemas psicológicos, algunos desamparados sin hogar, como los emigrantes que vienen en campamentos por falta de oportunidades o los han despedido de sus trabajos. Es a ellos quienes el Señor quiere darles paz a sus corazones por eso nos dice: “Reciban el Espíritu Santo”.
El Señor Jesús quiere a través de su Espíritu Santo que seamos caritativos y salgamos a anunciar el Evangelio, a ser vida la palabra de Dios a nuestros hermanos. Tenemos muchos hermanos están ocupando los medios tecnológicos para hacer sentir que los hermanos no están solos, anunciando el Evangelio y haciéndolo vida.
“Quienes les perdonen los pecados les quedarán perdonados”; Quiero tomar este punto de la escritura no como el sacramento de la confesión, quiero darle una mirada más pastoral o evangélica; el Señor no va a preguntar si eres católico o si tienes todos los sacramentos. Él va a ver tus acciones, por eso hay que intentar ser una persona humilde y tratar de hacer el bien a los demás. Existen muchas veces que las personas son tachadas de tontas o ilusas porque siempre perdonan al que le hizo algún mal. El Señor dice “cuando tenía hambre me diste de comer, cuando estaba desnudo, me vestiste…” Por eso el que hace el bien y tiene buenas acciones con sus hermanos es quién entrará en el Reino de Dios.
“a quienes retengan los pecados, éstos les quedarán retenidos”. Quiero tomar este punto cuando existe en nuestro corazón pecados como envidia, egocentrismo, rencor, egoísmo, etc. Estos pecados quedan retenidos y hace que no podamos perdonar a nuestro hermano que está a nuestro lado. Así como dice el Señor “cuando tuve hambre me disté de comer, cuando estaba en la cárcel me fuiste a ver”. Él Señor nos llama a ofrecer nuestra ayuda a quien lo necesite, a acoger y proteger a nuestros hermanos. A hacer lo que hicieron por el Señor.