jueves , 26 diciembre 2024
el viento

Comentario Evangelio 28 de Febrero

Transfiguración de Jesús
(Marcos 9, 2-10)

Hna. Sandra Henríquez, cm
Carmelitas Misioneras

Vamos a iniciar la reflexión volviendo algunos versículos más atrás de la narración de la transfiguración de Jesús. Ya en Mc 8, 29 se nos presenta el impulsivo y fervoroso acto de fe proclamado por Pedro ante la pregunta de Jesús ¿Quién dicen ustedes que soy yo?, a lo que responde ¡Tú eres el Cristo!, episodio que culmina con la reprimenda de Jesús (8,33) ante la incomprensión de que seguirlo es asumir el rechazo, la condena, la negación y hasta la perdida de sí mismo, es decir cargar la cruz (8,34-35).

A veces nos pasa lo mismo, hacemos de nuestro seguimiento a Jesús una seguidilla de proclamaciones fervorosas: ¡Tú eres mi Señor!, ¡Tú eres mi Dios!, Tú eres…, tú eres…., que nacen de nuestra genuina experiencia de fe, (como la de Pedro), fundamentada en la entrega de la vida a través de la opción radical de seguimiento en la vida consagrada, proclamaciones que están precedidas por años de servicio, entrega, interioridad, relaciones, procesos humanos y espirituales, que van madurando el amor primero, pero que en algún momento se hacen insuficientes porque necesitan acoger otro sí, venido de “Otra Voz” que sostiene la nuestra, la recrea y porque no decirlo la descansa.

En el episodio de la Transfiguración, el sí del seguimiento es avalado por la profecía (Elías) y la Ley (Moíses), y reafirmado por la voz del Padre: ¡Este es mi hijo amado: a Él han de escuchar! (9,7), el Padre es el garante del Hijo y todo amor al hijo procede de Él, y su paternidad nos hace hijos e hijas, nos hermana. Nuestro seguimiento hasta la cruz es sostenido por la Palabra del Padre “A Él han de escuchar”; lo nuestro, entonces, es “ESCUCHAR”, aplicar el oído de discípula/o, abrir los sentidos interiores para distinguir las voces que nos llegan y reconocer aquella que, como hace unos años atrás nos lanzó a la entrega de la vida; lo nuestro, es mantener la “osadía profética de Elías” para acallar aquellas voces que deshumanizan y hacen perder la dignidad; lo nuestro, es acoger la ley de la caridad: “amar a Dios y a los prójimos”, hacernos próximos para construir juntos la fraternidad universal, en total unidad con la casa común, cargando, encargando y haciéndonos cargo de toda samaritanidad; lo nuestro, en definitiva, es ser “escuchantes de la voz del Padre en el Hijo, escuchantes de su voz para inclinarnos como Él ante los gritos y voces acalladas de quienes padecen todo tipo de atropello; escuchantes interiores para mantener un tímido sí, fervoroso y apasionado, ¡Tú eres el Cristo! ¡Tú eres la voz del Padre!

PODCAST REVISTA TESTIMONIO

MENSAJE FINAL LII ASAMBLEA

LINKS DE INTERÉS

ARTÍCULOS RELACIONADOS

el viento

Comentario Evangelio 22 de Diciembre

Fr. Lino Miranda C., ofm.Convento del Señor Crucificado – C° Barón. Este...

el viento

Comentario Evangelio 15 de Diciembre

Anunciar a Jesús, no a nosotros mismos Hno. Tomás Villalobos Herrera Clérigos...

el viento

Comentario Evangelio 08 de Diciembre

“Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo” Lc 1,28b Hna Claudia,...

el viento

Comentario Evangelio 01 de Diciembre

Hna Claudia ap Apostolado Popular del Sagrado Corazón “Presten atención, no se...