De : Estudiantes Centro de Estudios CONFERRE.
A : Todos los hermanos y hermanas de Chile.
Estos últimos días no han sido fáciles para los habitantes de Chile, nos atrevemos a decir que en realidad no han sido meses ni años fáciles para una gran parte de la población, aquellos hermanos que de una u otra forma han sido marginados en nuestra sociedad : pobres, enfermos, adultos mayores, niños, jóvenes, estudiantes, víctimas de violencia, pueblos originarios y desempleados quienes han sido víctimas, aparentemente, silenciosas de nuestro sistema neoliberal instalado pero que hoy se han hecho visibles con la fuerza de su sentir.
Como vida religiosa joven ya no podemos ni queremos quedar indiferentes ante toda esta dolorosa realidad que se nos van revelando ante nuestras narices. El clamor de nuestro pueblo, es el clamor escuchado por Dios que hiere sus oídos ante tanta injusticia e indignidad. Nuestro sistema económico-social es desigual e insuficiente, ya que permite que estemos sometidos a grandes empresas que aportan capital al país pero que nos van esclavizando en un sistema consumista y poco equitativo generando brechas sociales cada vez más grandes ¿Cuántas veces nosotros mismos hemos experimentado la impotencia cuando vamos a visitar a enfermos que se encuentran en situaciones deplorables porque no tienen acceso a una salud digna? ¿Cuántas veces hemos visto en los hogares de ancianos de nuestras congregaciones que con la pensión mínima que entrega el Gobierno no se alcanza a costear ni siquiera el 30 % de lo que se gasta en mantener un abuelo/a en condiciones dignas? ¿Cuántos de nuestros conocidos o incluso nosotros mismos nos encontramos debiendo a bancos créditos millonarios para poder acceder a la educación superior? ¿En cuántos comedores solidarios hemos visto en carne propia el daño colateral de este sistema Neoliberal?
Si hay algo de lo que tenemos certeza como formandos y futuros religiosos es que queremos caminar por los caminos de Cristo, nuestro Señor de la paz, pero también sabemos que la paz (por lo menos la que nos ofrece Jesús) nace de la justicia y la verdad, es por eso que condenamos las situaciones de violencia, abuso e indignidad vengan del lado que vengan e invitamos a anunciar y denunciar todo acto de abuso de poder, de violencia y de indignidad, sosteniendo los brazos de pueblo en su clamor, saliendo de nosotros mismos para comprometernos en la transformación del mundo, humanizando la vida y haciéndola más justa, fraterna y digna para todos, especialmente para los predilectos de Dios.
Hoy queremos invitarlos a ser voz profética y parte activa en la construcción de un país más justo y digno para todos sus habitantes respondiendo así a las intuiciones primeras de nuestros fundadores quienes supieron contestar valientemente a los signos de los tiempos.
Rezamos por las víctimas de esta violencia, acogemos su dolor y nos sensibilizamos con sus familias, especialmente por aquellos que murieron de forma injusta producto del abuso de poder Militar.
Centro de Estudiantes CEC
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