En el mensaje final de la 119a asamblea general de la Conferencia Episcopal de Chile, los Obispos y administradores invitaban a que el próximo 8 de diciembre de este año, en todas las celebraciones eucarísticas, se haga una masiva consagración del país a la maternal protección de la Santísima Virgen María. Razones para esta invitación son muchas, especialmente por el estallido social que vive nuestro país.
¿Qué significa consagrar el país a la Virgen María? ¿Es correcto hablar de una protección mariana para un grupo de personas? ¿Cuáles son sus alcances y por qué lo hacemos? Es indudable que los católicos en Chile somos marianos, así como en buena parte de Latinoamérica; basta advertir la gran cantidad de fieles que peregrinan a los santuarios marianos el día de la Inmaculada o en otras ocasiones. Pero esta razón, que en sí ya es muy poderosa, no justifica por sí misma una acto de esta naturaleza. Hay algo más profundo y tiene que ver con el valor y significado de la Virgen María en la historia de salvación y en la vida de la Iglesia.
Leave a comment