Esta asamblea se enmarca en una tradición pastoral, que inició en 2007 y se volvió a experimentar en 2013. Sin embargo, esta asamblea a diferencia de las anteriores tiene un origen y un proceso que se ha ido viviendo de manera distinta a partir de la Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile. Es así que se busca avanzar en el llamado hecho por el Papa en ésta, a ser una Iglesia en salida que se deje ayudar e interpelar para dar los pasos necesarios para una renovación y conversión eclesial que sea sana y a largo plazo.
En sintonía con lo que se vivirá durante los días 7, 8 y 9 de octubre proponemos incorporar en el rezo de las vísperas los días previos a la realización de la Asamblea una intención por los frutos que el Espíritu Santo quiera suscitar, pidiendo especialmente para quienes participarán el Espíritu de discernimiento, para descubrir la voluntad de Dios sobre nuestra Iglesia en Chile.