El pasado 3 de noviembre el Centro de Alumnos de Conferre (C.A.C.), acompañados por sus directivos, realizó una jornada formativa con el objetivo de promover la integración. En ella participaron los alumnos, profesores y algunos formadores del Centro de Estudios de Conferre (CEC).
La bienvenida estuvo a cargo de la hermana Sandra Henríquez, religiosa Camelita Misionera, integrante de la coordinación de CEC, quien reflexionó en torno al Evangelio del buen samaritano, concientizando así la urgencia de salir al encuentro del otro.
Luego, la hermana Nelly León, responsable de la pastoral de la cárcel de mujeres, compartió su compromiso y testimonio misionero relacionado con llevar la compasión y ternura de Cristo a las internas. Invitó a la audiencia a cuestionarse respecto de lo que viven los más vulnerables, manifestó que en Chile se encarcela la pobreza y, tras ello, motivo el encuentro que los asistentes tendrían más tarde con las internas, para que acudieran a esta experiencia con disposición y escucha.
Seguido de ello, la hermana Marcela Sáenz, aci de la congregación Esclavas del Sagrado Corazón, presidenta de Conferre, dio una charla formativa sobre la visión de la vida religiosa, que fue muy bien acogida puesto que ayudó a los asistentes a tomar conciencia de “nuestro papel profético y esperanzador como vida religiosa”.
En aras de mejorar como instituto de formación CEC, el encuentro también tuvo el carácter de asamblea evaluativa, la primera organizada por el C.A.C. La dirección de esta instancia estuvo a cargo de la profesora Rosa Estela Yáñez, laica, teóloga, quien invitó a mirar los desafíos que se tienen como vida religiosa y analizar si el Centro de Estudios Conferre está dando las herramientas para este discernimiento.
Después de compartir un almuerzo, durante la tarde se realizó la visita a la cárcel de mujeres de San Joaquín. Una acción significativa, una experiencia que fue vista como “un regalo de Dios en este año de la Misericordia”. El P. Eduardo Winser, Director del CEC, celebró la misa, la que estuvo animada por hermosas canciones preparadas y cantadas por las internas.
Como vida religiosa “nos quedamos gozosos y esperanzados ya que en cada rostro de las internas del patio Mandela contemplamos el rostro amoroso de Dios, que nunca se cansa de perdonar y de amar”. El encuentro estuvo animado con bailes, cantos y el testimonio de mujeres que en medio de el sufrimiento son capaces de reconocer el amor de Dios que les impulsa a vivir gozosas la experiencia de fe.
WILL RIVERA GÓMEZ.
Postulante de la Orden de la Madre de Dios
PRESIDENTE C.A.C. 2016
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