“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá” (Jn 11,25).
Fuente: Iglesia.cl
En este Lunes de Pascua, cuando la Iglesia celebra con gozo la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, el Dios de la Vida ha llamado a su presencia a nuestro querido Papa Francisco.
El dolor por su partida nos conmueve profundamente, pero la esperanza que brota del Evangelio y que él proclamó tan intensamente, nos consuela y sostiene. Hoy, con el corazón lleno de gratitud, encomendamos su alma al Padre misericordioso, con la certeza de que el Buen Pastor lo ha recibido en su Reino de paz.
Desde su elección en el año 2013, el Papa Francisco fue un testigo incansable del amor de Dios. Con palabras simples pero profundas, con gestos de cercanía y una vida entregada al servicio de los más pobres, nos enseñó que la misericordia no es una idea abstracta, sino el rostro concreto del Evangelio. Nos invitó a salir e ir al encuentro, a construir puentes y no muros. Su voz profética resonó en las periferias del mundo y su testimonio de sencillez, alegría y compasión permanecerá en la memoria de la Iglesia y la humanidad.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco nos recordó una y otra vez que la esperanza cristiana no defrauda. Hoy, en medio del dolor, queremos escuchar sus propias palabras dichas ayer, como un eco de consuelo: “esta es la esperanza más grande de nuestra vida: podemos vivir esta existencia pobre, frágil y herida, aferrados a Cristo, porque Él ha vencido a la muerte”. ¡Es la certeza que celebramos en esta Pascua luminosa!
Los obispos de Chile, junto al Pueblo de Dios que peregrina en nuestra tierra -a quienes Francisco acompañó especialmente no solo con su visita, cartas e interés que volviéramos a ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora- elevamos una oración agradecida por la vida y ministerio del Papa Francisco. Damos gracias por su testimonio de fe viva, su guía firme en tiempos de cambio, y su incansable llamado a la fraternidad universal.
Encomendamos su alma a la intercesión de la Virgen María, a quien tanto amó como Madre de la Iglesia. Que Ella lo acompañe al encuentro con su Hijo Resucitado.
Invitamos a nuestras comunidades a unirse en oración por el eterno descanso del Papa Francisco, ofreciendo santas Misas y momentos de recogimiento durante esta semana de Pascua. Que su memoria inspire a seguir caminando con alegría, esperanza y misericordia, como él nos enseñó.
COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE
+ René Rebolledo Salinas
Arzobispo de La Serena
Presidente
+ Ignacio Ducasse Medina
Arzobispo de Antofagasta
Vicepresidente
+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo
+ Fernando Chomali Garib
Arzobispo de Santiago
+ Sergio Pérez de Arce Arriagada, ss.cc.
Arzobispo de Concepción
Secretario General