En la Sagrada Eucaristía se hace presente la Santísima Trinidad, Cuerpo Sangre Alma y Divinidad, Reparamos con nuestras acciones de fe el corazón herido por los pecados del mundo y los propios. La Eucaristía es el centro y motor de la vida cristiana, es el alimento que fortalece la vida espiritual, si ponemos a Nuestro Señor como centro de nuestra vida seguro que somos las personas más felices de la tierra.