Testimonio se propone en este número mirar atentamente la experiencia de oración de los religiosos. La que tienen en las celebraciones litúrgicas, en la participación en la religiosidad popular, en la convivencia con los pobres, en los tiempos de oración, de meditación, de lectio divina. Quiere dejar claro que para orar es indispensable tener los ojos fijos en Jesús y el corazón latiendo al unísono con él.
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