Invitados y animados por el Departamento de Justicia, Paz e integridad de la Creación, se fueron conectando por plataforma ZOOM +, el pasado viernes 8 de mayo, los 27 participantes religiosos, religiosos y laicos de la zona centro y norte del país para orar por nuestra casa común en tiempo de pandemia.
Se invitó a tener una vela, un papel en blanco y un lápiz, en un momento de silencio, seguidamente se motivó a escribir por quienes queremos orar en esta noche, luego encender la vela, se pidió colocar en la cámara las peticiones, para ser leída por los asistentes.
Motivación: El Señor les de su paz, queridas hermanas y hermanos, vamos a compartir un momento de oración, de reflexión y de acción de gracias con nuestro canto. En el tiempo que la realidad nos obliga a distanciarnos unos de otros, a confinarnos en nuestras casas, desde aquí, el Señor nos llama a ensanchar el espacio de nuestra tienda, desplegar sin miedo las lonas, alargar las cuerdas, clavar nuestras estacas, para anunciar y denunciar proféticamente: el amor del Dios de la vida y la infidelidad del ser humano al proyecto de justicia, paz y fraternidad. Para iniciar invoquemos la fuerza y luz del Altísimo con la oración de San Francisco de Asís.
Oh! alto y glorioso Dios,
Ilumina las tinieblas de mi corazón,
Dame fe recta, esperanza cierta
y caridad perfecta;
Sentido y conocimiento, Señor,
Para hacer tu santo y veraz mandamiento.
Amén.
“…CUANDO EL CORAZÓN ESTA AUTENTICAMENTE ABIERTO…NADA NI NADIE ESTÁ EXCLUIDO DE ESA FRATERNIDAD” (LS 92)
Evangelio de Marcos 10, 35-45.
Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. Les preguntó: ¿Qué quieren de mí? Le respondieron: concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús replicó: No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que to he de beber o recibir el bautismo que yo voy a recibir? Ellos respondieron: Podemos. Jesús les dijo: La copa que yo voy a beber también la beberán ustedes, el bautismo que yo voy a recibir también lo recibirán ustedes; pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado.
Cuando los otros lo oyeron, se enojaron con Santiago y Juan. Pero Jesús lo llamó…
Reflexión de los profetas
A falta de autoridades y líderes idóneos, Dios suscitará en medio de su pueblo protagonistas de la historia según su querer. Los profetas estarán llamados a encarnar la respuesta de Dios que permanece fiel a la Alianza, viviendo en su propia persona la contingencia del pueblo y caminando según la senda que marca la vocación que les ha confiado el Señor.
Es decir, los Profetas permanecen fieles a Dios y su pueblo, atendiendo a sus voces e intentando responder a sus clamores (de Dios y del pueblo).
Esta “doble militancia” de los profetas es una ascesis que dice relación con el esfuerzo por descubrir cómo Dios está presente y actuando en la vida de su pueblo y en la historia, a pesar de que todo indique su eventual ausencia.
Esta espiritualidad profética nos remite a una característica esencial en todo profeta: la empatía.
Se concluye con un compartir, este momento fue emotivo de agradecimiento a Dios por este espacio.
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