Nace en La Coruña, Puentedeume, un 20 de abril de 1934, España. Toma los Hábitos en San Sebastian el 8 de septiembre de 1956. Su primera profesión fue en La Coruña un 8 de septiembre de 1958 y sus Votos Perpetuos en Roma, 11 de Octubre de 1963, donde estudió Bachillerato en Mariología Pastoral en Regina Mundi.
Ella escribe sobre sus padres, Dr. Carlos Martínez y Sra. María Pérez Mendaña:
“Creo en el Dios de mis padres.
Un Dios encarnado, tierno y compasivo.
Mi padre me enseñó
a amar la vida y la libertad,
Él era itinerante, le gustaban los caminos.
Mi madre me enseñó a resistir,
ella era fuerte y buena,
llenaba toda la casa.”[1]
En Octurbre de 1968, llega a Chile, con un grupo de hermanas españolas dispuesta a la misión apostólica en Chile.
Angeliños, fue la hija mayor de 8 hermanos, ella lo describía muy coloquialmente: “Entré un día en la habitación de mis padres y todavía olía a infancia, a besos, a familia… Me descalcé, me fui tiempo atrás, y el eco de la habitación musitó:
Ángeles, es la primicia del amor primero. Con muchos sueños en el alma, poeta y misionera.
Cuca, entrañable, trabajadora. Toda delicadeza y ternura. Siempre quiso ser como su mamá.
Carlos, ¡nace un niño! Ya podrían ser dos, dijo el abuelo. Y el oráculo se cumple: Carlos vale por dos.
Nicolás es distinto. Buen lector, viajero, amante de la vida. Aparece con un libro bajo el brazo.
Paulina, social por naturaleza, incondicional para los amigos. En este tiempo con los inmigrantes. Llega en nochebuena.
A Menel lo trajo el primer automotor de Puentedeume. Generoso al extremo. Tanto, que le salieron alas.
Pancho, es novedad y sorpresa. ¡Un orgullo de trabajo y humanidad! Médico como mi padre… y Joaquín, es el benjamin bienvenido. Hombre curtido en el mar, sabe de tempestades y bellos amaneceres. Todo disponibilidad y servicio. Todos vimos la luz primera en la casa de la Calzada con sus magnolios como testigos. Nacimos a la vida, entre lágrimas y besos, los dolores de parto de mi madre y el cuidado de mi padre médico. Sobre todo por el amor entrañable de los dos.
Su vida ha sido peregrinaje de la Coruña, San Sebastían, Roma, España y luego Chile como Misionera. Esta era Angeliños, la mujer alegre, abierta, profeta, valiente, servicial y comprometida con los pobres como ADN, ello lo expresó toda vez que pudo ser búsqueda, propuestas y caminos de respuesta. Impulsó mucha a Vida Religiosa de modo profético, en la Compañía de María y a través de su entrega en la presidencia de la Conferre.
Seguro hay muchos y muchas personas en nuestro Continente, que podrán agradecer tu amistad y cercanía. Y su gran amistad con María, de quien decía:
Salve, María Cordillera
El azul infinito te toca el alma,
Agraciada por el cielo vistes roca y nieve.
Vestida toda de blanco,
Apareces señora de la firmeza
y niña mujer en soledades.
Querida Ángeles, descansas en paz con tantos sueños. Gracias!
Partiste a los brazos del Padre, un 4 de diciembre 2023, en Santiago de Compostela.
[1] “En salida… raíces y alas” Texto dedicado a su familia.
