Tras el resultado del Plebiscito Nacional 2020, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile señala que la jornada ha sido una gran muestra de civilidad y participación, expresando que en este nuevo caminar, el rol de la ciudadanía será fundamental, motivando a continuar el camino del diálogo «para la decisión que tendrá que tomar el electorado para elegir en abril de 2021 a los convencionales que deberán construir en conjunto la propuesta de una nueva Constitución para Chile».
Vía: Iglesia.cl
El texto completo de la declaración es el siguiente:
1. Desde las primeras horas de este Domingo 25 de octubre hemos sido testigos de la rápida constitución de mesas y de gran afluencia de personas a los locales de votación para expresar su preferencia en el plebiscito. En general, la ciudadanía ha concurrido tranquilamente, se ha comportado con paciencia y respetando las medidas sanitarias.
2. La jornada ha sido una gran muestra de civilidad de parte de jóvenes, adultos y personas mayores. Esta gran participación nos debe llamar a reafirmar el respeto a la decisión expresada en las urnas. Hoy es necesaria la unidad de voluntades para continuar la construcción de un mejor país, porque el proceso constituyente que se viene en adelante nos necesita a todos con lo mejor de cada uno y cada una.
3. En este nuevo caminar, el rol de la ciudadanía será fundamental. Motivamos a que las personas y organizaciones ciudadanas y políticas continúen el camino del diálogo, de escucha de ideas, propuestas y valores que serán fundamentales para la decisión que tendrá que tomar el electorado para elegir en abril de 2021 a los convencionales que deberán construir en conjunto la propuesta de una nueva Constitución para Chile.
4. Llamamos a los diversos sectores políticos a generar los acuerdos que son atribución del Congreso para facilitar que este proceso sea verdaderamente representativo de la pluralidad de Chile.
5. A las personas católicas, les invitamos a interesarse, preocuparse y tener una activa participación en los procesos que se aproximan, porque nada que involucra a la dignidad de la persona puede ser ajeno a los creyentes. Por esta razón es necesario promover en la nueva carta fundamental los valores cristianos esenciales sobre los que se ha cimentado la vida de nuestra nación.
6. Acompañemos con la oración en comunidad para que este itinerario se conduzca en paz, respeto y diálogo. A la Virgen del Carmen, Madre de Chile, encomendamos este proceso, donde podemos seguir expresando, al igual que hoy, lo mejor de nosotros en búsqueda de la justicia y la paz, a través de la fraternidad y la amistad social.
EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE