Asamblea Extraordinaria convocada por la Junta Directiva de Conferre, congregó a los Superioras/es y representantes de gran parte de las congregaciones con presencia en Chile, junto con laicos identificados con estos carismas y de otras instituciones eclesiales. ¿El objetivo? Reflexionar respecto de la realidad de la iglesia chilena y proponer acciones concretas a partir de cinco lineas guía propuestas por la Conferencia.
Comunicaciones Conferre
Más de 80 religiosas/os y laicos comprometidos se congregaron en la Asamblea Extraordinaria convocada por la Junta Directiva de Conferre el sábado 4 de agosto en la casa de Las Hermanas de la Providencia.
A partir de los diversos acontecimientos que ha vivido la iglesia chilena, la vida consagrada, reunida en Conferre, reflexionó en torno al papel que han jugado como religiosos en el actual contexto que vive la iglesia y de qué forma concreta se pueden generar caminos de esperanza, reparación y acogida a través de una actitud dialogante y, sobre todo, de escucha.
Un camino que no pueden hacer solos, sino que a partir de un espíritu sinodal, caminando juntos en esta misión con el resto de la iglesia, razón por la cual en esta jornada participó un gran número de laicos, pertenecientes a los diversos carismas e institutos religiosos, así como de otras entidades relacionadas con la iglesia.
¿Qué debemos hacer hoy como vida religiosa y cómo vivir este momento eclesial?, fueron las preguntas inspiradoras de esta jornada de reflexión. A partir de ellas, se presentó un documento con cinco propuestas que buscan ser guías de acción para la vida religiosa en el contexto que se vive hoy. “Vivimos un tiempo de crisis, pero también de gracia. Tiempo de vergüenza, pero también de llamada clara del Señor a vivir de forma nueva como religiosos y religiosas en una Iglesia que debe nacer de nuevo”, es la invitación de este documento que fue revisado, reflexionado y discutido por cada uno de los asistentes a la jornada.
Reflexión
La actividad comenzó con una actitud orante, disponiendo el corazón para dejarse iluminar por el Espíritu y reflexionar en comunidad cada uno de los puntos propuestos.
Tras el saludo del Presidente de la Conferencia, P. Héctor Campos, OFM Cap., se hizo lectura de la Declaración, Decisiones y Compromisos de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, pertenecientes a las conclusiones de la 116ª Asamblea Plenaria Extraordinaria de la CECh, realizada en Punta de Tralca el pasado 3 de agosto.
Cabe recordar, que estas conclusiones de la CECh, surgen paralelamente a las propuestas desarrolladas por la Junta Directiva de Conferre. “Nosotros partimos en junio, producto de toda esta situación de abuso que ha ocurrido en la iglesia, donde no solo están involucrados sacerdotes del clero secular, sino que también del religioso y también religiosas. Lo que es una gran preocupación. Como Junta Directiva, nos reunimos con el Presidente de la CECh, don Santiago Silva y le planteamos la necesidad de que exista más comunión entre la Conferencia de Religiosas/os y la Conferencia Episcopal. Tenemos que apoyarnos y trabajar juntos. Ante eso, partimos una reflexión a partir de cómo nosotros podemos ayudar a este proceso que está haciendo la Iglesia, donde ellos y la vida religiosa estamos de acuerdo en que debe surgir una Iglesia nueva”, señaló el P. Héctor Campos.
Lineas Guía
Luego de esta lectura y reflexión, se presentó el documento propuesto por la Junta Directiva de Conferre. Cada uno de los asistentes tuvo la oportunidad de leerlo con atención y reflexionarlo en grupo para generar propuestas concretas a partir de lo desarrollado en el texto.
Al respecto, el P. Héctor indicó que, con esta instancia, buscan descubrir cómo hacer camino en materias de justicia, verdad y reparación. “Nos propusimos citar a toda la comunidad de superiores mayores; pero, desde un principio esta reflexión no la hemos querido hacer solos, sino que también con laicos. No queremos que este documento que estamos trabajando, se quede como tal, sino implique una acción concreta frente a los abusos, el acompañamiento y la reparación. Acciones concretas que sean a corto, mediano y largo plazo”, añadió.
Lenguaje Directo
Una de las principales características de estas lineas guías, dice relación con el lenguaje directo y la condena clara a cualquier tipo de abuso que se presente en la Iglesia. Con una preocupación especial por las víctimas y por aquellos más vulnerados, presentes en las diversas periferias. Un foco particular en los pobres, los jóvenes y el rol de la mujer (laica y religiosa) en la iglesia.
“Queremos hacernos cargo de esta situación y ponerle nombre concreto a las cosas. Los abusos son abusos, los delitos, son delitos. Lo que tenemos que reparar, hay que repararlo. No hay ambigüedades. Nos damos cuenta que, para hacerlo bien, no solamente tiene que estar nuestra mirada, sino que también la de los laicos, particularmente la de la mujer laica y la de las víctimas y sus familias, porque el daño a una persona, implica todo un entorno familiar y también a una comunidad completa. Tiene que haber mucha más verdad en decir las cosas como son y no ponerle otros adornos. En este ámbito, no se debe seguir con soluciones antiguas o de ambigüedad en lo que se dice, sino que reconocer. Y las medidas cautelares que se tomen, darlas a conocer inmediatamente”, comentó el Presidente de Conferre.
Desafíos
Luego de la reflexión grupal, surgieron las propuestas, que fueron recogidas por la Junta Directiva, para generar iniciativas concretas para responder a las diversas necesidades que presenta el actual contexto eclesial. Entre ellas, destacaron una preocupación por el fortalecimiento de la formación permanente de la vida religiosa, así como una mayor comunión para conocer la realidad de cada una de las congregaciones, en pos de prestar soluciones o ayuda en caso de ser necesario. Por otra parte, la disposición del laicado para colaborar con la Vida Religiosa en estos caminos, junto con establecer instancias de reparación, perdón y conversión poniendo a Cristo en el centro.
“Esperamos que de esta asamblea podamos llegar a compromisos concretos evaluables. En la linea de hacer un proceso de conversión, para tener una mirada desde el Espíritu a esta nueva realidad.Cómo sintonizar con el dolor de las víctimas, desde el espíritu y el corazón. Que este proceso de conversión vaya directamente relacionado con la escucha de distintas instancias que, gracias a ellas, han permitido condenar muchos delitos y abusos. Porque no ha sido, precisamente, desde la iglesia que esto parte, sino que justamente de otras instancias. Hacer una escucha de ello es clave para internalizar mejor lo que significa el sufrimiento, el dolor y el daño que se ha cometido. Y seguir en la linea de que lo que es delito sea llevado a la justicia y todo abuso de menores no puede seguir existiendo. En esto, toda nuestra colaboración va a estar disponible”, concluyó el P. Héctor Campos.
La jornada finalizó con una celebración eucarística, dejando en manos del Señor cada una de las propuestas para que la iglesia pueda volver a aquel centro que nunca debió perder.