Es una oportunidad para redescubrir la propia vocación como gracia y misión, como don y tarea. La refundación de nuestras comunidades, tan necesaria en estos tiempos, sólo será posible y fructífera a través de una mentalidad vocacional, que se transforme en sensibilidad vocacional e impulse a una praxis vocacional afectiva, eficaz y eficiente.
Con base en el tema, el lema y los objetivos del 3er Año Vocacional en Brasil, nos propone reflexionar sobre la importancia de construir una cultura vocacional adecuada a nuestro tiempo. La inspiración bíblica de los discípulos de Emaús, en este sentido, constituye un paradigma a ser asumido por cada una/o de nosotros y por nuestras comunidades hacia una nueva temporada vocacional, entendiendo la vocación como algo dinámico y no estático, como gracia y misión.