EL RELIGIOS@ SE HACE HERMAN@ Y
HACE HERMAN@S
Adentrarnos en una sana antropología nos ayuda en la tarea de bien vivir la vida consagrada hoy. Vida consagrada que siempre tiene que ser propuesta de evangelio encarnado, lo cual es un camino de humanización auténtica ya que el Evangelio está hecho a la medida de lo más auténticamente humano; y entre lo más auténticamente humano, sin ninguna duda, destacamos la fraternidad, que, lejos de ser una limitación, es una dimensión fundamental del ser humano que siempre lleva a bien sentir y a converger. La vamos a presentar en este número de Testimonio como una fuerza clave para hacer realidad esa plenitud humana.